Licenciada en Bellas Artes por la Facultad de San Carlos (Valencia). Completó su formación en Urbino/Italia y en talleres impartidos por artistas como Chema Madoz, Jannis Kounellis, Rogelio López Cuenca o Cristina Lucas. Obtuvo el DEA con el proyecto Materiales plásticos en la escultura contemporánea. La seducción de la transparencia.
El trabajo de esta artista gira en torno al anhelo de supervivencia. La confrontación y la lucha por el poder hegemónico es una constante en sus últimos proyectos. La inestabilidad, la vulnerabilidad y la frustración también forman parte del contenido emocional de sus obras. A través de diferentes medios como la instalación, la fotografía, el vídeo o el dibujo, reflexiona sobre el poder o la incapacidad de comunicarnos, y en definitiva sobre las distopías de la sociedad contemporánea.
Ha expuesto recientemente de forma individual o colectiva en Francia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Perú, Bolivia, Italia y España. Su obra forma parte de importantes colecciones que se pueden localizar, entre otras, dentro del Museo Prefectural de Arte de Nagasaki/Japón, la Fundación Pilar Citoler, Fundación Ramón J. Sender, Casa Velázquez, Fundación Antonio Gala o la Diputación Provincial de Zaragoza.
“Extremadura es la segunda región que más población perdió el año pasado” indica el Instituto Nacional de Estadística. Al ritmo actual pierde un habitante cada noventa minutos y, en caso de mantenerse dicha frecuencia, en 2202 se habrá ido el último habitante. En el Baluarte de los Pozos de Cáceres encontramos la interpretación que Gema Rupérez hace de estos datos. En el acceso a la torre se presenta una impactante simulación de esa cuenta atrás y, ya en el mirador, el espectador desparece metafóricamente por el efecto de una súbita nube de humo mientras contempla el paisaje sentado sobre una silla aislada.
2202
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